26, abril 2023

Fondos de inversión de deuda privada van al ALZA en Chile y llegan a US$ 6.213 millones

En un escenario donde la banca ha aumentado progresivamente los requisitos de elegibilidad de crédito, restringiendo el acceso a financiamiento, la deuda privada se asoma como una oportunidad para las empresas que han ido a tocar la puerta a bancos de la plaza y lamentablemente las han encontrado cerradas.

La guerra en Ucrania puso una enorme presión económica en una situación mundial ya golpeada por la pandemia y fuertemente afectada por una inflación desmedida.  La inflación en Chile cerró el 2022 en 12,8%, la más alta desde el año 1992. Para muchas empresas ha sido difícil traspasar este aumento en sus costos directos a los clientes, disminuyendo sus ventas y márgenes operacionales. Esto ha hecho que los bancos se pongan cada día más aversos al riesgo y exigentes en los requisitos para otorgar financiamiento.

Por otro lado, en una interminable pelea contra la inflación, los Bancos Centrales han aumentado progresivamente sus Tasas de Política Monetaria, encareciendo paulatinamente el valor del dinero. En Chile, la TPM se ha mantenido en 11,25% desde octubre de 2022 y el Consejo del Banco Central considera que será necesario mantenerla en ese nivel hasta que el proceso de convergencia de la inflación a la meta de 3% se haya consolidado.

Esta tormenta perfecta de factores ha afectado a muchas empresas en diversas industrias, que han afectado sus márgenes y por consiguiente su capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras, sin nuevas opciones de financiamiento fresco. De acuerdo con la última encuesta sobre créditos bancarios del Banco Central de Chile, “las condiciones de oferta de crédito a las empresas continúan limitadas. La fracción de entidades que reporta estándares de otorgamiento más exigentes para las grandes firmas y pymes alcanza a 39 y 36%, respectivamente”.

En este escenario, la deuda privada emerge como una buena alternativa tanto para PyME´s como grandes empresas que requieran complementar sus estructuras de financiamiento actuales con nuevas fuentes de inyección de liquidez, que las puedan ayudar a ordenar sus flujos de caja y potenciar sus negocios.

Los vehículos de inversión que proveen alternativas de deuda privada pueden ser especialmente atractivos ya que tienen la capacidad de ofrecer operaciones más rápidas y con estructuras a la medida del deudor tales como periodos de gracia, estructuras que calcen con los flujos de la empresa y de amortización a largo plazo. De esta manera, se alivia considerablemente la presión sobre la caja de la empresa deudora.

Tomás Prieto

Analista de inversiones en Alza