29, mayo 2025

Modernización en la reportabilidad financiera: un paso necesario

En un esfuerzo por avanzar hacia una supervisión más eficiente, moderna y segura, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) ha introducido un importante cambio en su forma de interactuar con las entidades bajo su fiscalización, mediante la implementación de un nuevo canal oficial de envío y recepción de información. Este cambio está normado a través de la Norma de Carácter General (NCG) N°515, publicada en julio de 2024, que representa un punto de inflexión en el ecosistema regulatorio chileno.

La NCG N°515 establece la obligación de las entidades supervisadas de utilizar exclusivamente el nuevo canal de intercambio de información digital disponible en el sitio web institucional de la CMF, reemplazando así al tradicional buzón del Sistema de Envío de Información en Línea (SEIL). A su vez, detalla los aspectos operativos del nuevo sistema, estableciendo mecanismos de autenticación robustos, como el uso de ClaveÚnica, y procedimientos que aseguran la trazabilidad y confidencialidad de las comunicaciones.

Este cambio no solo implica una modernización tecnológica, sino que redefine la forma en que se entiende la reportabilidad regulatoria. El nuevo sistema, cuya entrada en vigencia está programada de manera escalonada, considera un periodo de transición desde mayo hasta octubre de 2025, con un calendario específico para cada tipo de entidad supervisada. Durante este periodo, se permitirá la coexistencia temporal de ambos canales, facilitando la adaptación y capacitación necesaria para una migración ordenada.

Desde una perspectiva crítica, esta reforma debe ser valorada positivamente. El nuevo canal mejora significativamente la seguridad, oportunidad y eficiencia del proceso de fiscalización. A su vez, reduce riesgos operacionales y de cumplimiento asociados al uso de plataformas obsoletas. Además, promueve una relación más transparente y dinámica entre regulador y regulados, lo cual es esencial para el fortalecimiento del mercado financiero chileno.

Sin embargo, este proceso no está exento de desafíos. La necesidad de adecuación tecnológica y cultural por parte de las entidades, especialmente las de menor tamaño, requiere un acompañamiento proactivo de parte de la CMF. En ese sentido, el éxito de esta transformación dependerá no solo del diseño normativo, sino también de la capacidad de implementación conjunta y del diálogo permanente entre supervisores y supervisados.

En conclusión, la nueva normativa representa un paso firme hacia una supervisión más moderna y adaptada a los tiempos. Es una iniciativa necesaria, oportuna y alineada con las mejores prácticas internacionales, que viene a fortalecer la institucionalidad financiera del país. El desafío ahora es implementarla con eficacia, asegurando que ningún actor del sistema quede atrás.

María Victoria Vila Parker
Encargada de Cumplimiento y Control Interno
Alza Administradora General de Fondos S.A.