7, noviembre 2023

¿Cambió la marea? Nuevos escenarios de tasas globales

Los últimos 15 años, posteriormente a la crisis financiera de 2008, marcaron una era de tasas extraordinariamente bajas para los instrumentos financieros globales. Este fenómeno acentuó la acción coordinadamente expansiva impulsada por los bancos centrales y entes reguladores de política monetaria alrededor del mundo.

El punto más álgido de esta era se vivió entre 2019 y 2021, y se hizo claramente de manifiesto en las altísimas valorizaciones de empresas de base tecnológica y startups, en la liquidez que inundó los mercados financieros de deuda y capital, y en la efervescencia generalizada que se observó en los mercados globales. La irrupción del Covid-19 incorporó un elemento adicional, al gatillar la acción de gobiernos y entes regulatorios en varios países, para inyectar liquidez adicional a los mercados golpeados por las restricciones sanitarias obligadas.

Los últimos meses han marcado un cambio en este escenario, que se ha visto reflejado en un alza sostenida en las tasas de los principales instrumentos de referencia de deuda de mediano y largo plazo. La curva de bonos del Tesoro estadounidense se desplazó completa hacia arriba, y el bono del Tesoro a 10 años (uno de los instrumentos más observados y transados a nivel global) se ha mantenido progresivamente cercano a niveles no observados desde antes de la caída de Lehmann Brothers.

Este cambio en las tasas de mediano y largo plazo, de mantenerse y consolidarse, tendrá efectos importantes sobre el valor de los activos alrededor del mundo y podría generar una palanca adicional de desaceleración de la economía. Al incrementarse las tasas de descuento producto del alza en el uso alternativo del dinero, las valorizaciones de los proyectos riesgosos o cuyos flujos están esparcidos en horizontes largos de tiempo se verán afectadas. Los inversionistas tendrán marginalmente menos incentivos para elegir proyectos o activos relativamente más riesgosos y exigirán mayores retornos de estos. Las instituciones financieras verán un aumento en su costo de captación de recursos y al menos una parte de esto se traspasará a las empresas y personas en la forma de tasas de interés más altas.

A pesar de lo anterior, los niveles actuales de tasas todavía se mantienen históricamente bajos y los sistemas financieros han sido capaces hasta el momento de seguir inyectando liquidez a los mercados. Aún es prematuro para confirmar si estamos ante un ajuste transitorio o un cambio de marea estructural de los mercados.

Fernando Zavala
Socio Alzagroup